
Billy Bob y el 135c
¡Hola, viajeros espaciales! Soy yo otra vez, Billy Bob, y les traigo otra historia desde la frontera del universo. Ya sé lo que estarán pensando: "Billy Bob, ¿qué hace un humilde granjero espacial como tú hablando de esas naves espaciales de lujo?". Pues prepárense, porque tengo una historia que los dejará boquiabiertos.
Verán, puede que pase la mayor parte de mis días cuidando cultivos y reparando maquinaria aquí en Pyro, pero eso no significa que no tenga ganas de aventura. Y déjenme decirles, cuando vi por primera vez la nave espacial 135c del universo de Star Citizen, algo se agitó en lo más profundo de mí.
Ahora bien, la 135c no es una nave espacial cualquiera, sin duda. Es elegante, rápida y está diseñada para transportar carga a través del universo como nadie. Y déjenme decirles que, cuando subí a esa nave por primera vez, me sentí como un niño en la mañana de Navidad.
Claro, puede que no sea un piloto sofisticado como esos que se ven recorriendo el mundo, pero el 135c hizo que volar fuera algo natural. Con sus controles sensibles y sus potentes motores, me sentí como si pudiera enfrentarme a las estrellas.
Pero no fue solo la emoción de volar lo que me atrajo del 135c. Verán, esta nave tiene un corazón de oro, igual que la gente trabajadora de Pyro. Con su espaciosa bodega de carga y su capacidad de transporte de primera, es la compañera perfecta para un simple granjero espacial como yo.
Y déjenme decirles, no hay nada como la sensación de partir hacia lo desconocido, con la bodega repleta de mercancías de la granja. Desde entregar suministros a puestos remotos hasta intercambiar mercancías con otros viajeros espaciales, el 135c me ha llevado a aventuras que jamás imaginé.